Salame abrió la puerta y lo que atiné a decir fue: "Mira lo que me han dado!!". Con una rapidez sorprendente, Salame me arranchó el volante y empezó a leerlo. Cabanossi no se quedó atrás y se acercó a leer con ella las palabras vulgares y las frases arrechas que esos individuos habían escrito, probablemente pensando que eran los bacancitos de la cuadra y que alguna chica iba a caer... por favor despierten! Después pensamos en porqué me habían dado ese papel: o yo estaba muy rica o ellos eran unos pobres perdedores que no tenían nada que hacer por la vida, y bueno elegimos la opción más obvia, ultimamente abundan lacras sociales como esas en la calle. Cuando salimos a buscarlos ya se habían ido, y con eso se libraron de los gritos de Salame.
Cuál es la moraleja de la historia?? Pues nunca aceptes volantes en la calle!! Pueden no ser de tu interés, tener burundanga o propocisiones indecentes al reverso. Les dejo el volante escaneado (si es que averiguo como colgar la imagen).


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