Quiero huevitos

Estimados lectores y consumidores de embutidos(sí, te hablo a tí, a quien entra a checar blogs hasta más no poder y encontró este), últimamente mi vida ha sido un poco turbulenta, supongo que la mayoría de gente tiene esas épocas, por si no son todos. Con esto quiero decir, que o si te chotearon, te sacaste mala nota, te cobraron mal el pasaje, o se te acabó el lapicero en pleno examen, siempre hay una razón por la que sentirse hasta las wevas! al menos por un rato. Pero mi intención no es deprimirme por las puras, ni deprimirlos a ustedes, sino dejar de lado esos pensamientos tan agobiantes, y chismear un poco, yo sé que a todos les gusta. Miren ustedes lo que me pasó hoy, se apareció el alto pelucón en mi facultad para conversar con el negro mientras este se tiraba su clase (al igual que yo, dicho sea de paso), pero en uno de esos momentos el negro preguntó por el mal de ojo porque parecía que la estaban buscando, de pronto me vino un... AJÁ! ampayyy siguen siendo AMANTES, machucafuertes, sacaconejos, individuos que comparten intimidaddd (que rico es hablar así de los demás no? vamos a ver si alguno de mis compañeros embutidos se anima a contar alguna experiencia graciosa respecto a esos temas, obviando a jamonada porque ya hizo lo suyo). Retomando, confirmado, el alto pelucón y el mal de ojo siguen una relación, quien sabe si formal, pero relación al fin y al cabo. Yo me pregunto... qué nos está pasando? veo tantos casos de gente , incluyendome, que por más que te traten mal, te digan que no tienen tiempo, o que tienen que pensar las cosas, estamos atrás y atrás como perritos desamparados, aunque aveces no se note. Jaja... me rio en verdad de este tipo de situaciones, son tan ilógicas pero a las vez necesarias, y es que en verdad nos gustan, nos vacila tener un poco de emoción al menos. Quiero terminar esta reflexión con un chiste de Woody Allen (vean Annie Hall, sumamente recomendada por mí): un chico va a un consultorio y le dice al psiquiatra, "creo que mi hermano está loco", el psiquiatra le pregunta qué estaba pasando y el chico le dice: "es que se cree una gallina". El médico le ofrece su ayuda para internarlo, pero el muchacho contesta, "no, es que necesito los huevos". Y demos gracias por los huevos!!